¡Libre albedrío! Suelten sus plumas...

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Dos participantes del Residuo vecino se han dignado a participar en la primera propuesta de este "Libre albedrío lírico". Nos daremos por satisfechos dado que estamos en el inicio de este rincón.

Para continuar con este ejercicio preparatorio de improvisación, continuaremos con una interesantísima obra del artista estadounidense John Cage*, su relevante y popular pieza "4'33", de la que os dejo un link.

http://www.youtube.com/watch?v=hUJagb7hL0E

Si un cenicero es algo indiscutiblemente evocador, esta obra es sencillamente el preciado numen materializado.




*John Cage (Los Ángeles, 5 de septiembre de 1912 - Nueva York, 12 de agosto de 1992): fue un compositor, instrumentista, filósofo, teórico musical, poeta, artista, pintor, aficionado a la micología y a su vez recolector de setas estadounidense.

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¡Libre albedrío! Suelten sus plumas...

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Vamos a romper el hielo con la siguiente propuesta:

Se elegirá una fotografía, palabra, canción o lo que sea para escribir unos versos en relación a ella. No hay más condiciones que ésta. A partir de ahora, iremos comprobando la cantidad de electricidad estética de cada participante y lo propenso que es cada uno a las etapas de éxtasis estético.

Así pues, el primer motivo a poetizar es...



¡Un cenicero! ¿No me digáis que no tiene juego? L'imagination au pouvoir!

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Me lanzaré yo mismo en primer lugar con los siguientes versos:


Qué tiempos los nuestros,
quejándonos de las estrecheces
los dichosos metros cuadrados
te adaptas o sólo envejeces

Añoro los tiempos de antes,
cuando todo era distinto
seis millones de habitantes
afincados en el mismo recinto

Eso era un pueblo unido
y lo demás, nothing de nothing

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Por poner punto por partida.

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Sin preámbulos...

somos, en principio, cuatro gatos (de hecho tres) que queremos hacer de este blog un contenedor de ocurrencias verbales, verborreas variadas, vanalidades, vastas vistas vía verba versus voiles variados. Materializar y compartir, en resumen, el gusto por la Poesía, en todas sus formas, con el propósito que a cada cual se le antoje.

Acompañen sus momentos creativos con una copa de coñac, sentados en un sofá al calor de una chimenea, o con un cigarrillo en la azotea de su colmena, o con auriculares y buena música en el autobús o en la azotea de antes, o con tus colegas literatos en casa o en vuestro bar predilecto, o en el campus de alguna Universidad.

Bienvenidos a este rincón los letraheridos.